Una mano que me lleve a una parada
Estoy nuevamente aqui parada, no siento nada, ni veo nada hay en esta miserable vida mas que tu mirada veloz que me observa de reojo para que yo no caiga finalmente sobre una cama de agua que me encierre lentamente entre sus sabanas finas de color azul cielo que sin nubes me espanta a todas las almas que se cruzan sin saber a donde van sus esperanzas vacias de un tiempo lejano que ya no ha de volver a verte seria como encontrar un poco de agua en este inagotable aceite que se pega en nuestros cuerpos como un peuqeño ataud de miel que cubre a una abeja muerta esta mi cabeza, ya no piensa, se desvanece en habladurias vanas, figuras ancestrales hechizan los vientres consevidos en una primavera de dos soles sobre una planta de arena en el desierto es el cansancio que me traigo a cuestas desde que te fuiste sin darme una noche para no olvidarte es una pena pero posible pena si llega alguien mas apantallante ser al que nunca he saludado mas que en sueños fragiles que se esfuman al acabar la noche triste en que gatos y perros se desvisten dejandonos ver mas alla de sus escamas doradas por el atardecer de un ayer o de un mañana intentare sobreponerme a tu huida acuosa entre las malvas de mi pecho.
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mariela -