Adios galante trovador
Despues de mucha tortura y mucho espanto aquí estoy despidiéndome de ti.
No quiero vivir más con el rencor que me acoge a tu lado por tanta tergiversación de fondos involucrados.
El pecho me duele y cuento los lagrimones que no me salen de la cara.
Te he perdido hace mucho
Y ya no encuentro como caminar de regreso.
Tal vez si no tuviera los días contados hubiera ideado algo para que esto no se fuera derechito al barranco pero ya ves, no sé hacer esto.
Me acongoja tener ojeras, las piernas chuecas y las nalgas caídas y más que conocidas y ultra-mega-reconocidas.
Los ovarios los tengo dolidos. Tengo tetas de vaca y me siento como una hormiga
Si hago un recorrido de lo que viví contigo, me quedaría de inicio, toda la vida contigo. Mas si me veo parada así como estoy, entiendo y recontra entiendo que lo sacrificado ya fue perdido.
Decidimos romperlo, arrugarlo y desecharlo a la basura como un papel con demasiados escritos malversados.
Despego una a una las páginas del destierro.
Aúno los pedazos de tierra que no me dejan establecer contacto contigo.
Y desfallezco entre el pasado y lo no visto.
Te quiero, te quise siempre y he decidido guardar la siniestra embergadura de tu ser dentro de mi.
Amarte ya no me es suficiente. Te traslado hacia la mar de mi hueco trashumante para que la vida se me preste más liviana y sin rencores.
Te vi demasiado lejos, demasiado pronto.
Te desato de mi.
Adios.
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