con signos de interrogacion

Me puse a mirar por la ventana, como tantas veces lo habia hecho en otros dias, dias pasados, tardes, noches, casi nunca mañanas...
Me puse a observar a la gente, como me gusta...como lo detestan...no me lo ha dicho nadie pero se les ve en los ojos, en la mirada despectiva que me echan al no quitarles yo la vista de encima, no se, es costumbre, es, mejor dicho, el interes que tengo por saber que estara pensando en ese momento cada persona que se me cruza en frente, por saber el porque de las acciones y/o reacciones de cada uno, poniendome a analizarme a mi misma en este aveces raro y tan desagradable experimento que hago desde hace años.
a mi no me molesta que me observen si en realidad me observan bien, lo unico que me molesta es cuando solo me miran, cuando obtienen una respuesta, un analisis equivocado de mi, de mi persona. Cuando tan solo te juzgan por juzgar, yo no juzgo a nadie, tan solo observo y ahi me quedo. Es entretenido unas cuantas veces poner a vagar mi imaginacion e inventar la vida de cada uno, armar una historia en la que todos son uno, en la que ese uno es protagonista de todo.
¡que cosa con esta memoria tan mala que tengo! olvido todo...
baje, y pise las hojas rotas que han caido a causa del viento, esas que despues seran renovadas por otras mas alegres, en primavera, cuando el calor vuelve a enloquecerme, ahora, otoño, hojas palidas de colores infinitos y tener el placer de pisarlas, escuchar el sonido que hacen en conjunto y volver otra vez a tierra firme para seguir con el silencio eterno.
Lo que temia sucedio, bah, tenia que suceder, era tan predecible pero no lo quise ver, como siempre entrecerre los ojos para tan solo ver lo que yo queria y no darme cuenta de que lo que se encontraba a mi alrededor iba a afectar tanto la proxima escena.
vivo mi vida de tal manera que soy tan solo el impaciente espectador que desea ya ver el final de tan larga pelicula, que decepcion...mi vida en imagenes fijas con rapidos movimientos que hacen parecer que va avanzando...
en fin, iba a decir que no pude poner el reloj de arena sobre la mesa, que esta se fue corriendo antes de que yo pudiese alcanzarla para decirle que ojala no se le escape el tiempo de las manos, de las patas duras de madera.
No quiso mirarme, agacho su cabeza durante todo el camino y yo, queriendo atraer sus miradas, las unicas que atraje fueron las de las sombras acompañantes de sus pasos cortos, retire entonces, al verlas, mi mirada, tambien el cuerpo, llegue corriendo a ese lugar vacio llamado cuarto y no quise levantarme dias siguientes, quede helada, dura, fria, oscura, triste. Nada que no se arregle con... con...no se... aun no se con que.