Y es que habia una flor que no tenia ramas fuertes para sostenerse

Una flor que se marchito a medio camino, que se vio crecer y caer, que vio como las olas la veian, se acercaban y se iban, como eran agresivas y peleaban entre ellas, se revolcaban y se llevaban en los pies pedazos de cuerpos, margaritas.
A medio camino vio las olas negras una noche, gusto de sus recorridos y se quiso ir con ellas, a ningun lugar y a todos lados, tener su furia, atormentar a los caidos, impresionar con su belleza, con ese sonido erosionador de piedras y de oidos.
Y se fue deslizando, llendo cada vez mas para abajo, deseando que alguien la pisara para que fuera mas rapido
Y logro que la chupara la tierra y que sus raices se extendieran, cerro sus rojos petalos oscuros y sin mirar hacia arriba recorrio junto con sus raices el bajo suelo. Se encontro con mil arenas que la intentaron retener, pero sus hojas huyeron y llego a la orilla del mar, y dentro de sus petalos, sus ojos se llenaron de lagrimas, y sòlo se dejo caer, y las bellas olas la destrozaron con cuanta delicadeza pudieron o supieron tener.
Y un atardecer se convirtió en oscuridad y olas negras tomaron nuevos rumbos, y una estrella mas brillo esa noche, cerca de esas otras cuatro que ahora, esta noche forman una "v"